No había escrito en bastante tiempo, pero algo me impulsa a hacerlo, jamás creí sentirme tan vivo, alejado de problemas triviales, y de mi problemática mente despedirme, es algo único, ya no siento miedo, angustia ni enojo, vivo feliz, calmado, casi todo perfecto, pero (reitero, siempre hay un pero) ahora que más tranquilo estoy, cuando he ingresado a estudiar Derecho, tengo una mujer única y un hermano menor a quien no puedo decepcionar, vuelven estos recuerdos a mi, aquellos recuerdos de antaño, esos que me hacen sentir que por muy feliz que ahora esté, jamás voy a volver a sentirme igual, esas tardes de templado invierno acostado en el piso de madera en mi antigua casa, con ese color marrón a mi alrededor, ese olor a cera, parafina, gato y madera, que me entregaba al sueño, esa humedad constante por las goteras, la voz de mi abuela susurrando la biblia, los gritos de mis amigos llamándome a jugar...
Todo esto, ya no volverá a ocurrir, pero quizás pueda conseguir algo mejor, al fin y al cabo como dice Viktor Frankl ''Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento'' así que me pondré de pie, tomare a D'ors, leeré un buen café, pondré atención a esa dulce voz de mi amada, y soñare con un futuro mejor que mi actual nostalgia...